Mi vuelta de Hoy 8kim de trote, Maquinas y cuestas

 Aprovechando el clima benigno y salieron 8km de trote, maquinas y cuestas. Hermosa vuelta. Cuando salgo a correr no voy pendiente ni de relojes, de de pulsaciones ni de ritmos. Mas allá de que me mantiene en relativa forma la actividad me sirve para pensar, acompañarme a mi mismo, vivir en lo que se pueda la naturaleza. Y hoy me dio vueltas una idea básica de bujinkan. El Budo, el Espíritu de principiante, el Aprender, Entrenar, Perfeccionar y Olvidar son validos únicamente en las Artes Marciales? Tienen un paralelo con el Pensamiento Estoico?  Después del dibujo de la vuelta les dejo mi punto de vista?


BUDO es el “camino marcial” japonés: un sendero de auto-superación integral que busca armonía entre cuerpo, mente y espíritu. Es un proceso de desarrollo ético, físico y mental, centrado en la práctica y la transformación personal continua.

Los conceptos de Aprender, Perfeccionar y Olvidar son las tres etapas clásicas del aprendizaje en cualquier arte: 

Aprender y seguir la forma tradicional con humildad.

Entrenar  la técnica, comprendiendo su esencia.

Trascender la técnica y las formas, actuando con libertad y naturalidad.

Este proceso está profundizado por la idea de entrenar con el Espiritu del princiante: mantener curiosidad, apertura, humildad y espíritu de juego en todo momento. Hatsumi Sensei y Takamatsu Sensei, grandes maestros de la Bujinkan, insisten en la importancia de conservar una “mente de principiante” —libre de ego, prejuicios y rigidez— para alcanzar la auténtica maestría.

Estos principios no son exclusivos de las artes marciales. Son universales y se aplican con igual valor al arte, la ciencia, la música, el deporte o cualquier actividad que implique perfeccionamiento personal. 

La humildad para aprender, la disciplina para perfeccionar y el desapego para crear resuenan en todos los caminos de excelencia.

Estos conceptos paralelos con el estoicismo.

El camino del Budo y el pensamiento estoico valoran el desarrollo interior, la disciplina, la reflexión y el actuar con virtud y naturalidad ante la vida.

Ambos proponen vivir el presente, dominar los impulsos y fluir con serenidad frente a las adversidades.

El “espíritu de principiante” coinciden con la apertura y humildad estoicas.


Budo; Aprender, Perfeccionar y Olvidar; y el Espiritu del Principiante son modelos universales de crecimiento humano. Proponen un proceso cíclico de aprendizaje, perfección y trascendencia, aplicable a toda disciplina, y encuentran un paralelo directo con la sabiduría estoica: vivir y actuar con virtud, apertura, autodominio y creatividad en todo momento.

Ambos proponen recorrer un camino de vida donde la técnica o la teoría es solo el comienzo, y el objetivo final es ser capaces de fluir con libertad y vivir plenamente en armonía con uno mismo y el entorno. Así, tanto en la práctica marcial como en la filosofía estoica, el sentido más profundo es cultivar una vida auténtica, virtuosa y adaptable ante cualquier circunstancia

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